

La nutrición es la base de la salud, el suelo ofrece a los árboles los minerales imprescindibles que permiten el equilibrio.
EL ORIGEN DE MEDITERRANUTS
Las nieblas, heladas primaverales, el fuerte viento, calurosos veranos y épocas de sequía con baja pluviometría caracterizan nuestro clima. Estas condiciones climatológicas, la estructura del sol y la situación geográfica han permitido durante años obtener unas almendras singulares, con gusto y textura excepcionales, tanto de características de las tierras de Ponent.
Estas condiciones tan adversas para el cultivo y la falta de recursos obligan al agricultor a ensanchar el ingenio y la perseverancia. Trabaja y se esfuerza por actualizar las explotaciones invirtiendo en sistemas de riego de soporte y fertilización, replantar los campos, modernizar maquinaria e incluso, en algún lugar, instalar sistemas antihelada.
Nuestras tierras se han regenerado a lo largo de los años mediante fertilización orgánica. La nutrición es la base de la salud, el sol ofrece a los árboles los minerales imprescindibles que permiten el equilibrio. El almendro es un árbol que requiere constancia. Le afecta muy negativamente la falta de agua y nutrientes. El conocimiento de la tierra y la experiencia durante años de cultivo han permitido al agricultor saber que el árbol necesita en cada etapa vegetativa con el propósito de mantener las correctas calidades del sol. La tierra tiene memoria y no olvida.












ETAPAS DE NUESTRA TIERRA
La tierra entra en calma, reposo, silencio… Invierno.
En Primavera vuelve la vida, fertilidad, inestabilidad… la naturaleza se activa y el árbol produce.
Los árboles cogen el ritmo, respiran y se alimentan y agrandan el fruto, es el Verano
Finalmente llega el Otoño, tiempo de cosecha,
y vuelve a iniciar un ciclo que cada año comienza de nuevo.