Diez formas sencillas de añadir almendra en tu dieta
Un buen inicio de día es añadir un complemento al almuerzo, al yogur, a los cereales…
Como postres imprescindibles, acompañadas otros frutos secos y deshidratados como pasas e higos son exquisitas.
Haz pasteles, galletas y barritas energéticas con harina de almendra. La harina de almendra en piel es la más indicada, puesto que aporta toda la fibra y los nutrientes, es la más gustosa. Link recetes
Espárcelas a las ensaladas, son una muy buena opción.
Añade una cucharada a los batidos para obtener un extra de nutrientes.
Añade una cucharada a las sopas para añadir un poco de proteína y ayudarte a sentirte lleno.
Haz una buena picada de almendra, ajo y perejil y añádelo a la cazuela o al horno los 10 últimos minutos de cocción, potenciará y cambiará el gusto de todos tus platos.
Utilízala como sustitutivo de cualquier harina para repostería, recomendada para dietas sin gluten.
Haz leche de almendra, una buena bebida vegetal y con la cantidad de almendra que tú elijas. Es fácil, económico y natural, aprende
Y por último, puedes hacerlas activadas. Llévalas contigo para comer durante el día. Se uno forma muy nutritiva y efectiva para paliar el hambre en cualquier momento del día.
Picada de almendra
Para añadir a cualquier plato al horno, cazuela o plancha
INGREDIENTES:
3 dientes de ajo
2 ramas de perejil
2 cucharadas soperas de almendras o de harina de almendra
Sal
ELABORACIÓN:
Picamos en un mortero los ajos y perejil con la sal que nos ayudará al hecho que no patinen al picar
Cuando tengamos una pasta, añadimos la almendra o la harina de almendra y volvemos a trabajar con la mano de mortero.
Ya lo podemos añadir a cualquier plato 10 minutos antes de finalizar la cocción.
Almendras: semillas activadas
La activación de las semillas de la almendra acelera reacciones bioquímicas que liberan la reserva de nutrientes y favorecen una digestión y asimilación más eficientes.
Los frutos secos aportan proteínas, minerales y ácidos grasos de la máxima calidad. Las almendras tienen una cantidad considerable de acotados, inhibidores enzimáticos y taninos; su activación es casi imprescindible.
INGREDIENTES:
Almendras crudas naturales
ELABORACIÓN:
Para activar los frutos secos tenemos que partir de grandes crudos y enteros, vivos, no tostados ni fritos.
Se remojan de 4 a 6 horas en agua tibia (40-45 °C), también los puedes dejar total la noche, junto con una cucharada de sal marina por cada litro de agua para que haga de catalizador y ayude a romper los enlaces de los inhibidores enzimáticos.
Después se cuelan, se aclaran, y se comen enseguida o se guardan a la nevera hasta tres días.
Si es volen emmagatzemar s’han de deshidratar a baixa temperatura per a poder-les guardar durant una llarga temporada.
Leche de almendra:
INGREDIENTES:
Aceite de oliva virgen extra
3/4 tazas de almendras crudas naturales o repeladas (aprox. 100 g)
3 tazas de agua (750 ml – 1 l)
2 dátiles, sin semilla, o cualquier otra fruta que nos dé un toque dulce.
ELABORACIÓN:
Pon las almendras a remojo con un poco de agua durante 4 horas, como mínimo, para que se activen. Las puedes poner la noche anterior y preparar la leche por almuerzo.
Añade a la bateadora las almendras limpias y el resto de ingredientes y bate hasta que quede una pasta homogénea y suave. Añade más o menos agua según la quieras más o menos espesa, de 750 ml a 1 litro.
Colar la mezcla con una gaza de frutos secos, un trapo de queso, una servilleta o un colador. También la podemos consumir sin colar disfrutando de todo el gusto de la almendra.
Sirve inmediatamente o ponla a la nevera en un recipiente hermético. Se conservará durante 3-5 días.
NOTAS:
Sacudidla un poco antes de servirla para que sea homogénea.
Personalizadla con los ingredientes deseados: vainilla, cacao en polvo o canela mucha.
Disfrútalo caliente o frío o utilízalo para hacer recetas como por ejemplo chocolate caliente vegano, flanes, creps veganos, cremas o añadiendo a cualquier receta en que pondrías leche.